El problema no es que los políticos intenten tomarnos por tontos, sino que lo consigan.
Durante la celebración del último pleno del ayuntamiento, el alcalde de Vélez Málaga, Francisco Delgado Bonilla (@pdelgadobonilla), pronunció un encendido discurso sobre el caso Ipanema. Encendido e incendiario, de barricada, gesticulante, histriónico discurso. Señaló la injusticia que supone obligar a todos los vecinos a pagar una enorme suma de dinero por culpa de la ineptitud de sus predecesores en el cargo. Y prometió que será investigada la responsabilidad de aquellos que intervinieron en el asunto, a fin de hacerles responder con su patrimonio personal.
No se puede negar: el alegato es oportuno. Los niveles de saturación de la ciudadanía respecto de la clase política están en máximos históricos. Cualquier iniciativa que apunte a hacerles pagar y devolver, tiene el aplauso garantizado. En la misma linea y en el mismo pleno, según cuenta el periodista de la Cadena Ser, José Luis García (@jlgaxarquia), el regidor comentó que "a Bárcenas hay que meterlo preso por chorizo".
El discurso de este viernes está repetido. Lo pronunció Delgado Bonilla hace dos años. En la sesión plenaria del 26 de agosto de 2011, se votó la creación de una "Comisión Informativa Especial de Investigación" para averiguar "cómo se procedió desde los ámbitos políticos y administrativos" respecto del despropósito Ipanema. El objetivo, por aquel entonces, era el mismo de hoy: "exigir responsabilidades patrimoniales a aquellos que cometieron irregularidades".
Sobre la judicialización de la política se han escrito libros enteros. Básicamente, sobre si las decisiones que se toman en el desempeño de un cargo público, pueden ser juzgadas con el Código Penal en la mano. El problema no lo voy a resolver yo ahora. En todo caso, quien debería tenerlo resuelto es el propio alcalde. Después de dos años, podría al menos presentar un informe sobre las investigaciones (si no conclusiones) de la mentada comisión de tan aparatoso nombre.
El equipo está presidido por el Teniente alcalde de Torre del Mar, Emilio Martín Sánchez, e integrado por representantes de todos los grupos de la oposición, salvo el PSOE. Debieron reunirse una vez al mes. O sea: veinte reuniones desde que fue anunciada su creación. Tiempo y ocasiones suficientes para anunciar, al menos, alguna pista sobre el desarrollo de las pesquisas. No solo por parte de la presidencia del PP, sino también por los representantes de IU, PA y GIPMTM.
En su lugar asistimos a una nueva muestra de demagogia. Nos vuelven a decir lo que queremos escuchar. Nos vuelven a repetir lo que queremos aplaudir. Sólo le falta, al alcalde Delgado, postularse al casting de político bueno de Aquarius. Total somos tontos. Menos los 18 de Ipanema, claro, que se han hecho millonarios a costa de todos.
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